La mayoría de nosotros coincidiríamos en que no nos hace mucha gracia cuando estamos en la carretera y tenemos un vehículo pesado delante de nosotros, por su gran volumen puede dificultar nuestra visión o complicarnos maniobras sencillas como un giro o un cambio de carril. Por ello, es necesario anticiparse y adoptar ciertas precauciones especiales:
- Mantener una distancia de seguridad, los vehículos pesados necesitan más espacio y tiempo para frenar, por tanto, tenemos que conservar una separación frontal adecuada a la velocidad y a las condiciones de la vía.
- Los vehículos pesados por su tamaño tienen mayores ángulos muertos, por lo que debemos advertirles de nuestra presencia con las luces o claxon.
- En situaciones con lluvia puede ser muy incomodo, ya que suelen levantar agua y tenemos menos visibilidad, por ello cuando nuestra intención sea adelantarlo en estas condiciones, debemos acelerar el barrido de los parabrisas al comienzo de la maniobra, mantener la dirección firme y el vehículo dentro de nuestro carril.
- En especial en calzada de doble sentido, cuando queremos realizar un adelantamiento debemos evitar acercarnos demasiado para mantener un campo de visión amplio. Es muy importante tener en cuenta la longitud del vehículo al que queremos adelantar y regresar al carril cuando lo veamos por el retrovisor interior. En condiciones de mucho viento tenemos que tener cuidado con el efecto pantalla y el golpe de aire que se produce en el adelantamiento.
- En los giros los vehículos de dimensiones más grandes necesitan abrirse y ocupar más de un carril, en estos casos debemos prever una posible invasión de nuestro carril y permitirle que terminen de maniobrar.
- En las glorietas, por su gran longitud, estos vehículos pueden verse obligados a ocupar más de un carril, como en el caso anterior debemos prever esta situación cediendo el espacio vital para circular con fluidez.