Dr. Emile: «Actualmente vienen más hombres que mujeres a rejuvenecer sus párpados»

Entrevista al Doctor Nagi Emile Najm, especialista en blefaroplastia y estética del IOM

¿Cómo es un día cualquiera en el Institut Oftàlmic de Mallorca, y en especial en la unidad de plástica periocular? ¿Cómo suele transcurrir su jornada?

En mi caso no sólo me dedico al área de estética, también atiendo a pacientes de medicina oftalmológica general y cirugía refractiva. A diario veo, al margen de oculoplastia, cirugía plástica, blefaroplastia y otras dolencias propias del campo de la oftalmología. El caso es que mi jornada normal es muy variable, dependiendo de lo que ocurre cada día. Tres o cuatro días a la semana tengo una agenda muy variada, mientras que otro de ellos lo dedico a trabajar en quirófano, y el último de ellos a efectuar intervenciones lásik y láser, básicamente cirugía refractiva.

¿Qué recuerdos tiene del IOM que conoció cuando se incorporó a la clínica y en qué cree que ha evolucionado más hasta nuestros días?

Yo conocí al Doctor Antoni Riera –cofundador del IOM-, cuando era mi jefe clínico siendo yo residente en el Hospital de Son Dureta. Años después me incorporé al Institut Oftàlmic de Mallorca. Desde que inicié mi trayectoria en el IOM los cambios tecnológicos han sido más que notables, pero además se plantea mejor el sistema de trabajo, el reparto de funciones y tareas y, la verdad, da gusto trabajar así.

¿Es cierto que los hombres, y cada vez más jóvenes, que se someten a una blefaroplastia son el colectivo que más está aumentando en estos momentos?

Últimamente vengo observando como tengo más pacientes hombres que mujeres, que además son cada vez más jóvenes, que se acercan al IOM interesados en que devolvamos a sus párpados el aspecto que les correspondería realmente por su edad. Hoy mismo he tenido en la consulta a dos de ellos que se operaron hace unos meses, y que no pasan de los 42 años. Sí, es cierto, muchos hombres se preocupan ahora por su aspecto. ¿Quién ha dicho que la estética es sólo para mujeres?

Los párpados y las bolsas oculares suelen acusar el paso de los años. ¿Existe algún tratamiento que ayude a reducir los efectos del paso del tiempo?

Así es, hay que pensar que es lo primero que ves en una persona cuando le miras al rostro. En una cara los ojos, sus párpados, son lo primero que salta a la vista. Una mirada triste hace que uno parezca de diez a quince años más viejo. Su efecto es muy importante en nuestra cara, sí, y la gente es consciente de ello.

Hay muchos tratamientos médicos, y claro que son eficaces, pero a la larga son más caros que la cirugía. La primera elección que debe plantearse uno para corregir el envejecimiento prematuro de sus párpados es la cirugía. ¿Por qué? A la larga es más económica, es radical y dura muchos más años que los tratamientos médicos. Todo lo que es relleno, botox… claro que mejora el aspecto pero hay que repetirlos en el tiempo. No perduran como sí lo hace la cirugía.

¿Por qué motivos suelen acudir los pacientes masculinos a su consulta? ¿Qué beneficios más evidentes observan en su aspecto?

El propio paciente lo nota, o su pareja, familiares o amigos… Le dicen “hombre, tienes estas bolsas aquí…” Entonces acuden porque sienten que están más castigados, fatigados, que otras personas de su edad. La mayoría acuden por ese motivo. Y también, por otras patologías: les lloran los ojos, se les enrojecen… En muchas ocasiones por una mala posición de los párpados. No estoy hablando de estética, sino de la funcionalidad del ojo. Es muy importante un párpado que abra y cierre bien, porque si hay una mala oclusión o una mala apertura se producen problemas de ojo seco, de úlceras en la córnea, de blefaritis, de lagrimeo… Y esto no se corrige simplemente por estética, se hace para lograr una buena función ocular. Es muy importante.

¿Suele darse a menudo que un paciente que acude a someterse a una intervención para solventar un defecto de la visión, aproveche la misma para corregir una anomalía estética?

Sí, y mucho. Suelo hacerlo para muchos pacientes, y jóvenes. Se someten a una intervención lásik, una cirugía refractiva, y más tarde a una blefaroplastia, o viceversa. Una persona que se tapa con gafas puede disimular un poco las bolsas, las ojeras, un párpado caído, pero al quitárselas se percata de ello y lo solicita.

¿Qué aspectos suelen preocupar más a los pacientes en relación al aspecto estético del contorno de sus ojos?

Las preocupaciones son de todo tipo. Algunas personas desean un cambio total, y otras quieren uno mucho más tenue. En mi caso, siempre apuesto por el look natural. Me gusta una persona que tenga 45 y que aparente 45 o 43 o 47, y no que con 60 pretenda quitarse 10 o 15 años. Todo lo artificial queda muy feo. En ese sentido soy muy conservador e intento que los resultados sean lo más normal y natural posible. No me gustan los excesos. Además, con el tiempo el paciente lo paga caro: cuando se estira mucho un párpado acaba quedando un poco abierto o un poco cerrado, y entonces vienen los problemas. Hay que medir bien estas cosas. Y en este sentido, ser conservador y dar un look natural y agradable es mucho mejor que crear un look artificial.

¿Qué pueden hacer aquellas personas cuya expresión en la mirada ha envejecido a mayor velocidad de lo que les correspondería por edad y quieren tomar alguna medida? ¿Cuáles serían los primeros pasos?

Los primeros pasos consisten en averiguar la causa que a veces es general y para ello es necesario realizar un estudio patológico y una analítica. A continuación existen tratamientos médicos que son muy eficaces: relleno, ácido hialurónico, botox para las arrugas de la frente o patas de gallo o ceja caída cuyos efectos duran de 5 a 13 meses (se aplica en cinco minutos y surte efecto inmediato o a los cuatro días) y se pueden repetir. En último lugar acudes a la cirugía. Cualquier problema pequeño si no lo puede solucionar el tratamiento médico, debes atajarlo directamente con el quirúrgico, aunque sea mínimo, porque a la larga es mucho mejor así. Por tanto, primero debemos valorar y analizar la causa del problema, acto seguido estudiar la necesidad que presenta esa persona.

En muchos casos, el paciente viene pidiendo uno u otro tratamiento y sin embargo yo concluyo que no necesitan nada. Es preciso mirar la causa, la necesidad y anticipar el resultado posterior a un tratamiento médico o quirúrgico, y eso es competencia exclusiva del médico. Por supuesto que hay que escuchar lo que desea el paciente y sus demandas, pero también lo es que en ocasiones, siempre por su bien, lo más apropiado es rechazar sus pretensiones, argumentándoselo.

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